¿Te gustaría organizar un club de lectura con niños pero no sabes por dónde empezar? Hace un año nosotras estábamos en la misma situación. Por eso, después de una primera experiencia, hemos decidido compartir estos diez consejos prácticos para organizar un club de lectura (y no morir en el intento).
Si os interesa saber cuáles son los títulos que leímos en la primera convocatoria del club os recomendamos que os deis una vuelta por nuestra Comunidad Lectora y que completéis el reto De Peter Pan a … en cinco libros.
Y ahora sí, aquí van los consejos.
1. Juntos es mejor

La mediación lectora puede resultar una tarea bastante solitaria, sobre todo si estás empezando. Busca un cómplice que te quiera acompañar en este viaje. Tener dos puntos de vista puede enriquecer mucho la experiencia del club de lectura, y te dará flexibilidad en caso de que uno de los mediadores no esté disponible.
2. ¿Por qué hacemos esto?
Piénsalo, ¿por qué quieres montar un club de lectura? ¿para quién? ¿cuál es tu objetivo? Leer, sí, claro, pero ¿qué pretendes? ¿Descubrir los clásicos a esos chavales tan majos pero que sólo juegan al Fortnite? ¿Introducirles en el mundo del cómic a ver si así se animan, porque no leen nada? ¿O quizá descubrir qué libros devoran los niños pero tú desconoces?
No hay una respuesta correcta, pero hacerte este tipo de preguntas te ayudará a preparar mejor el tipo de club de lectura que quieres organizar.
3. A quien madruga…
A no ser que alguien te haya pedido explícitamente que organices un club de lectura, es probable que sea un proyecto personal que estás intentando presentar a posibles interesados. A nosotras nos funcionó muy bien preparar una propuesta detallada incluyendo el objetivo del club, la audiencia, su programación y periodicidad, su estructura y funcionamiento, la logística y materiales necesarios, y una descripción del contenido de las distintas sesiones.

Un par de meses antes a la fecha prevista de comienzo presentamos la propuesta al colegio donde se realizó la actividad, pero entre unas cosas y otras la primera sesión se retrasó y tuvimos que ajustar muchísimo las fechas para poder completar todo nuestro plan.
Moraleja: planifica con tiempo. Si puedes empezar cuatro meses antes, mucho mejor que dos.
4. ¡Bien! Vamos a organizar el club. Pero… ¿dónde están los libros?
El primer y fundamental consejo que recibí sobre cómo organizar un club de lectura vino de Mari Cruz Zurbano, de La casa de Tomasa, y no fue tanto un consejo como una pregunta a bocajarro: ¿de dónde vais a sacar los lotes?
Los lotes… interesante. Efectivamente, ya tenemos una propuesta estupenda que ha sido aceptada por un colegio, tenemos un calendario, una sala, niños apuntados… ¿y los libros? ¿de dónde saco yo ahora los libros?
No panic… hay distintas opciones (aunque en este punto conviene ser bastante creativo). Os contamos por cuáles optamos nosotras en esta primera edición del club, en la que leímos una novela, una obra de teatro y una historia corta.
- Explorar la biblioteca del colegio. En nuestro caso, el colegio contaba con ejemplares suficientes de la obra de teatro que habíamos elegido.
- Trabajar con textos libres de derechos o sujetos a una licencia que permita su uso no comercial, y que estén disponibles en Internet; esta fue nuestra opción para la historia corta.
- Preguntar si el colegio o la AMPA tienen una partida de presupuesto que se pueda usar para la compra de lotes de libros. En nuestro caso, el colegio lo tenía, y así adquirimos los 7 ejemplares necesarios de la novela, que han pasado a formar parte de la colección de la biblioteca escolar.
5. Aquí leemos todos

Parece obvio… pero asegúrate de haber leído antes de la sesión el libro que vais a comentar. A ser posible, como parte del proceso de selección de las lecturas para el club. Si ya lo habías leído anteriormente, léelo de nuevo. Descubrirás un montón de cosas que no recordabas y te ayudará a preparar las sesiones.
6. Roma no se hizo en un día
Si es la primera vez que organizas el club, lo más seguro es que no conozcas bien a todos los lectores que se han apuntado (a no ser que les des clase, en cuyo caso cuentas con ventaja). Dales tiempo (y a ti también) para coger confianza, y no te desesperes si en las primeras sesiones no hablan demasiado. Tranquilízales, no pasa nada si un libro no les gusta o si se les cae de las manos y no lo pueden terminar. Déjales espacio para expresarse y escúchales con respeto, es fundamental para poder corregir el rumbo si algo no funciona.
7. Hay vida más allá de los libros
Sí, de acuerdo, has organizado un club de lectura, aquí hemos venido a leer, pero ¿por qué no contarles alguna curiosidad sobre lo que estáis leyendo? Puede que el libro haya inspirado su serie favorita o el autor tuviera que resucitar al protagonista por petición popular; quizá podríamos continuar esta lectura en un videojuego o salir a la calle tras las huellas de este o aquel personaje. Atención casi garantizada, y horas de diversión mientras te lanzas a la caza de toda esta información.
8. ¿Y dónde dices que se conecta esto?

Si piensas usar medios audiovisuales (o cualquier otro medio que no sea el libro) asegúrate de que todo funciona antes de la sesión. Y cuando digo todo, quiero decir todo, empezando porque la persiana de la sala en la que vas a proyectar ese vídeo tan chulo baje, porque si no con el reflejo no vas a ver nada, que el DVD funcione, que haya wifi si es necesaria conexión a Internet… la lista es infinita.
9. Plan B
Sé flexible. Puede que una de las sesiones del club caiga en un puente con el que no contabas, que más de la mitad del grupo no pueda acudir un día porque tienen que participar en otra actividad, o que un libro no dé de sí el número de sesiones que habías planificado. Intenta asegurarte de que tu calendario te permite cambiar fechas en caso de necesidad, y ten preparadas algunas actividades alternativas para cuando la discusión muere o la pizarra digital se niega a colaborar. Y si en medio del club alguien te hace una sugerencia que crees que podría salir bien, inténtalo. En nuestro caso, funcionó muy bien hacer carteles para decorar el rincón del club cuando la energía decaía y usar unos dados de contar historias un día en que teníamos la asistencia bajo mínimos.
10. Despídete a lo grande

¿Es la última sesión? Lleva merienda y un recuerdo para los participantes, y pídeles sugerencias para la próxima edición. Nosotras elegimos un libro para cada uno pensando en todo lo que sabíamos de ellos después de 5 meses y les hizo mucha ilusión. Y además nos volvimos a casa con unos marcapáginas preciosos, regalo de uno de los chavales.
y uno más…
¡Disfruta! Es una magnífica oportunidad para poner en práctica todo eso que llevaba tanto tiempo dándote vueltas en la cabeza, desde que decidiste que la mediación lectora era algo a lo que merecía la pena dedicarle horas de tiempo y reflexión; los lectores están allí porque quieren y tú también. ¿Qué mejor ocasión para leer juntos, compartir, y aprender?

Y vosotros, ¿tenéis experiencia organizando clubes de lectura? ¿os gustaría compartir algún consejo? Contádnoslo en los comentarios.
Todas las imágenes pertenecen al libro ‘The Brownies at Home’ de Palmer Cox, via The British Library Flickr Commons Photostream
Magnífico.
Me encantaría recibir más consejos.
Iniciaré un club online, así que debo conocer mas….
Hola, muchas gracias por vuestros consejos. Un saludo 🙂
Gracias por comentar, ¡esperamos que te resulten útiles!