Atascado

Hoy os traemos un libro corto de un autor que nos encanta: Atascado (Mou Nuganai), del ilustrador japonés Shinsuke Yoshitake, publicado por la editorial Barbara Fiore Editora.

Shinsuke Yoshitake es un famoso ilustrador japonés nacido en 1973 en la prefectura de Kanagawa, graduado en Artes Plásticas y Medios en la universidad de Tsukuba. Tras trabajar durante casi diez años como ilustrador publicó su primer libro para niños en 2013, Ser o no ser…una manzana (Ringo kamo shirenai/It Might Be an Apple), que fue un éxito inmediato y fue uno de nuestros recomendados para las navidades. Shinsuke Yoshitake ha publicado unos 20 libros y vendido más de cinco millones de copias.

Atascado: el autor. Shinsuke Yoshitake y su mundo

Shinsuke Yoshitake tiene un particular estilo de producción. Dibuja en pequeños cuadernos con un rotulador de punta super fina las ilustraciones que luego son ampliadas para sus libros (y no, no da el color personalmente a sus obras).

Os recomendamos ver la siguiente entrevista, en la que podéis encontrar un buen resumen de sus comienzos como ilustrador y de su particular técnica de dibujo. También habla de su manera de crear un mundo personal y fantástico, lleno de posibilidades y cercanía para sus lectores.

De la entrevista hay algunas secciones que nos han gustado porque reflejan, a nuestro entender, el espíritu de su obra que, creemos, es parte de la razón de su tremendo éxito. En su obra aboga por el uso de una sinceridad divertida a la hora de reflejar los sentimientos y pensamientos de los niños en su día a día ante el mundo que les rodea:

Algunos libros son divertidos porque te llevan a un mundo completamente ficticio. Otros son divertidos porque tienen un pie en el mundo real, y reflejan la vida del lector de alguna manera. Me centro más en el último enfoque. Intento mostrar niños normales con dificultades normales, pero sigo manteniendo las cosas interesantes.

En sus libros refleja de manera divertida situaciones de lo más normal, que transforma en preguntas con multiples posibilidades de respuesta (sin indicar la correcta) que despiertan la imaginación del lector, al que mueve a buscar alternativas:

Podrían pensar, «eso me pasó a mi, lo entiendo. Pero si fuera yo, habría hecho esto o aquello de manera diferente». Yo lo llamo ‘crear espacio’. Un espacio para que los niños inserten sus propios sentimientos, lo que les gusta y lo que no.

Nos resulta interesante el cierre de la entrevista y os lo dejamos para que reflexionéis y disfrutéis de este interesante autor y su obra:

Las palabras que escojas decir cada día crearán la vida que llevas.

Atascado: el libro

Atascado es la historia de un niño que, como todos, tiene la cabeza grande y no consigue quitarse la camiseta.

Primero rememora cómo ha llegado a tal situación. Rápidamente comienza a pensar en las consecuencias que tendría no poder volvérsela a quitar nunca más y las múltiples posibilidades detrás de esa situación.

A partir de ahí es un carrusel de reflexiones, ventajas, problemas y sus posibles alternativas.

También se plantea si habrá otros niños como él, atascados en sus mismas circunstancias, buscando un amigo con quien compartir su situación e identificarse. Y, por supuesto, saca sus propias conclusiones de la situación, en general muy favorables a su entender, como no podría ser de otra manera. Aunque al final la realidad se impone, sin impedirle volver a enfrentarse a nuevas disyuntivas.

Atascado está dibujado en el característico estilo del autor, con dibujos sencillos y llenos de colorido. Además incorpora frases y textos cortos que son fáciles de seguir para primeros lectores. La historia, llena de ideas y oportunidades, engancha a los pequeños, que pasan las páginas sonriendo divertidos y buscando cuál será la próxima ocurrencia del protagonista. Mientras leen, los lectores van añadiendo otras opciones que se les van pasando por la cabeza.

La sencillez del libro, sus simpáticos personajes, y la desbordante imaginación (memorable la escena del discurso) nos gustan mucho. Además, las escenas cotidianas enganchan a pequeños y grandes por su cercanía. Nos ha gustado la lapidaria frase ‘Yo me la quito, ¡déjame!’, nunca antes oída. También la genial escena donde la madre, niño desnudo en ristre, tras el presumible rifirafe, se dirige con pocas ganas de broma hacia el baño.

En resumen, imaginación desbordante junto a realidad cruda y divertida como un fiel reflejo del mundo tal como lo ven los más pequeños. G. con cinco años ya lo lee él solo mientras se ríe y señala: ‘¡igual que nosotros!’.

Y vosotros, ¿conocíais al autor? Contádnoslo en los comentarios.