El lenguaje nos construye. Cuanto más capaces somos de darle un nombre a lo que vivimos, a las pruebas que soportamos, más aptos somos para vivir y tomar cierta distancia respecto a lo que vivimos, y más aptos seremos para convertirnos en sujetos de nuestro propio destino.
Michèle Petit
Lo que sigue son algunos apuntes del natural para reflexionar sobre la lectura, la escritura, y la metáfora como maneras de explicar el mundo y constituir una práctica liberadora, basados en la experiencia con G., de 4 años.
Octubre
Conversación de una cena cualquiera.
‘Mamá, el libro que hemos leído hoy era de un planeta que tiraba piedras a otros planetas y todos se morían. Pero todos, mamá. Nosotros estábamos en un coche y nos caía una piedra y ¡zas!, nos moríamos’
Noviembre
Visita al Museo de Ciencias Naturales
‘Mamá, en el museo nos han contado que los dinosaurios se extinguieron porque cayeron meteoritos. Extinguir quiere decir morirse, mamá. No solo los dinosaurios, algunos pájaros también’.
Diciembre
Rescatamos algunos de mis libros de la Primera Biblioteca Altea: Soy una roca, Soy un pez, Soy el fuego…
‘Mamá, voy a hacer más libros: soy una mesa, soy un río, soy la botella… soy todas las cosas. Mamá, ¡en los libros están todas las cosas! Te voy a hacer todos los libros. El primero se va a llamar Soy el mundo muy bueno‘.






Enero
El libro empieza a tomar forma. Dobla, pega, hace la portada. Fabricar un libro cansa. Dibuja, recorta, pega de nuevo, copia los textos que previamente me ha dictado. Poco a poco aparece la historia:
Viene un meteorito y no me matará.

Viene un meteorito muy grande que no me va a matar y va a matar al otro planeta.

No hay ningún meteorito, estamos solos tranquilitos leyendo un cuento.

El meteorito se va a ir a otro lado.

Estamos solos tranquilitos jugando.

El libro todavía está inacabado.

(los que leemos) tenemos una pequeñísima convicción de que la literatura puede explicar el mundo.
Xabier P. Docampo
Me ha encantado cómo absorben los niños todo lo que sucede a su alrededor, guardad bien su primer libro ¡es un recuerdo fantástico y muy liberador!
Gracias por comentar, aquí lo tenemos como oro en paño 🙂