Esta semana queremos hablaros del cómic El cartero del espacio (Le facteur de l´espace, La Pastèque, 2016) de Guillaume Perreault, traducido por Susana Tornero, publicado por Editorial Juventud en 2018.
El autor – Guillaume Perreault
Guillaume Perreault es un diseñador gráfico que trabaja principalmente en ilustración de literatura infantil y juvenil, así como en el sector publicitario y educativo.
Tiene numerosos premios que podéis ver su página. El cartero del espacio aparece en la lista de los mejores libros para niños de la New York Public Library, 2020
En su página podéis encontrar una sección de extras con un montón de material sobre nuestro libro de esta semana: una serie animada (solo accesible desde algunos países) y un juego en línea, descargables para colorear y un enlace a una página de podcast para niños que incluye El cartero del espacio, todo ello en francés.
La historia de Bob – El cartero del espacio
Se trata de la historia de Bob, un cartero que tiene una rutina diaria de entrega en el espacio. Su día a día se ve alterado el momento en que su jefe le comunica el cambio de la ruta habitual y, a decir verdad, Bob no parece muy contento con el cambio. Bob hace sus preparativos como siempre y comienza su nueva ruta de igual manera que hace cada día esperando que termine tranquila y rutinariamente como suele suceder. Pero no siempre lo que se espera es lo que ocurre.
Un cambio inesperado

Primera entrega, en un planeta lluvioso

Segunda entrega entre asteroides

Cuarta entrega en el planeta principesco

Quinta entrega ¡GNE!

Como podéis ver, para el pobre Bob el día ha sido más duro de lo esperado y a la vuelta ha decidido tener unas palabras con su jefe sobre su ruta de los próximos días. ¿Qué pensáis que va a pedirle?
Se trata de un cómic editado en tapa blanda, con cubierta y contracubierta desplegables e ilustradas que se desdoblan en unas guardas estupendas llenas de dibujos de cartas de todos tipos. Las ilustraciones, de línea clara, están llenas de imaginación, color y detalle. El texto es minimalista, pero muy claro, y el uso de interjecciones nos permite sumergirnos en la acción, facilitando a la vez la interpretación de los sonidos y situaciones reflejados en las ilustraciones.
Los personajes y los paisajes, compuestos por una mezcla de figuras geométricas e irregulares, son muy expresivos. La paleta de colores de cada planeta es única para cada entrega y permite destacar a los personajes del paisaje.
El humor está presente en todo momento y se agudiza gracias a la mezcla de personajes, personas, extraterrestres y robots, interactuando en circunstancias cotidianas.
En resumen, un cómic con ilustraciones muy atractivas y una historia llena de situaciones comunes con las que niños y mayores pueden fácilmente empatizar, y de aventuras espaciales como nos gustan en casa.